20.5.09

La vida es para irse...

Le dan alas al viento, para que muera todo, para que lo devore el tiempo… Por eso mi vida es insolente, mi voluntad es la sangre de una herida inmortal nunca cerrada, una moralidad porfiada, una mentalidad abierta. Por eso mis letras despiadadas, mi poesía negra, tienen la oscura belleza y la verdad de unos versos malditos, hijos del abismo de las horas moribundas de una noche sin final. Y a uno le queda el anhelo, el último de todos, el definitivo de un espacio junto al mar y la noche y la soledad completa de los pescadores, para vivir de las perlas escondidas en la arena, para morir y renacer en la resaca espesa entre las rocas, para interrogar hasta la muerte a las piedras que callan, que hieren, que no pueden regresar. Por aquí me iré dentro de unas Lunas, porque ahí me quedaré para escapar de mayo, de la herida abierta un 26, porque uno siempre debe irse, porque regresé tres veces por mis cosas, porque estoy de paso, de regreso una vez más y nada está cambiando, como no cambia el paisaje desde nuestra periferia de observador lejano, donde a nadie le puede importar nuestra voz incómoda, nuestra mirada aguda, nuestras preguntas, porque siempre he preferido las pocas certezas de la vida, porque la vida misma es para irse. Concepción, 20 de mayo de 2009.

No comments: