Todo pasa. Todo va pasando. Incluso los anhelos más profundos, la humilde aspiración de mirar juntos, en paz por un momento, el lento pasar de las horas de cada uno en armonía.
Incluso los besos prometidos a la furia de los vientos, esos llenos de temor al cielo, al qué dirán.
Incluso las promesas más hermosas e imposibles, el huir del hielo de todo lo que tiene que morir.
Incluso la amistad y la confianza, anclada en las virtudes tan falibles como el hombre, carga inútil, falsa propiedad.
Incluso lo que nunca vio nacer, lo que no llegó jamás a cumplimiento, también eso morirá.
Incluso los temores vanos, las deidades construidas hace tiempo, esas que no saben de sí mismas.
Incluso mis horas y mis días, mi cuna y mi reposo, mi amor y mi memoria pasarán.
Nada tiene que quedar, porque todo va pasando, todo pasa.
Puerto Montt, 26 de marzo de 2009.
26.3.09
Todo pasa...
Pubblicato da
Marcelo Venegas Maldonado
a
Thursday, March 26, 2009
Etichette: Pasajero 23, El camino, Impresiones EL CAMINO
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment