Como el agua, como una conciencia que no termina de despertar. Como el aroma de las hojas caídas y amarillas. Como las horas que despeina el viento. Como el otoño que llega cubriendo de silencio las ventanas. Como los ojos que no pueden ver, que se van quedando ciegos. Como el alma que hiere de vivir, que muere pero no termina de morir...
Santiago, 30 de abril de 2009.
30.4.09
Otoño
Pubblicato da
Marcelo Venegas Maldonado
a
Thursday, April 30, 2009
Etichette: Pasajero 23, El camino, Impresiones EL CAMINO
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