Como un puente, como un río por donde todos pasan. Como la niebla que se esquiva entre la arboleda. Como la sombra que nace de la luz. Como la mañana de donde vengo, como la noche que soy y que me espera. Así va el viajero meditando su cuerpo en movimiento, alimentando su alma de paisajes, su corazón de atardeceres, su equipaje de historias siempre nuevas, destinadas a la esquina de toda despedida.
Valvidia, 07 de octubre de 2008.
12.10.08
El viajero
Pubblicato da
Marcelo Venegas Maldonado
a
Sunday, October 12, 2008
Etichette: Pasajero 23, El camino, Impresiones EL VIAJERO
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1 comment:
Como toda despedida que trae el recuerdo de lo nuevo, del reconocimiento de caminos de esperanza
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