No vamos solos -aunque solos- por el camino. A nuestro lado, la hermana de cobre, de hierro y de sal. Abajo la alfombra dura de ripio, la traza anónima que lleva -sin preguntarnos nada- a todas partes. Arriba, como escabulléndose, un cielo de metal, de plumas adornado y de rocío. Y, delante, por si fuera poco, sigue una pregunta que no cesa, una inquietud de siglos, de lugares, de nombres y de oficios, de amores y destinos.
Y ese destino enorme y a la vez delgado e inasible nos aguarda, nos lleva y nos repara, con la fuerza incontenible de quien no se hace preguntas, de quien todo lo sabe, porque todo lo cre(y)ó.
Valdivia, 7 de octubre de 2008.
12.10.08
El camino (V)
Pubblicato da
Marcelo Venegas Maldonado
a
Sunday, October 12, 2008
Etichette: Pasajero 23, El camino, Impresiones EL CAMINO
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