Escaleras en el agua,como puentes de las olas al abismo.
Así fue mi dolor un abismo insoportable.
Así fue mi congoja un aviso de infinito y mortandad.
Y, en el fondo, en el suelo marino,
-donde nada es luz, donde todo es frío y oscuridad perpetua-
la noche se hizo día y el día un nuevo comenzar...
Padova, abril de 2008.
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